Zhao Ziyang continúa en paradero desconocido

Una larga cortina de misterio seguía ayer cubriendo el paradero del todavía oficialmente secretario general del Partido Comunista Chino (PCCh), Zhao Ziyang. Desde que el primer ministro, Li Peng, anunció el viernes por la noche que iban a ser tomadas medidas de excepción, sólo se tienen sus palabras: "Yo represento al partido".

El último acto público de Zhao Ziyang fue el encuentro que tuvo en la madrugada del viernes con los estudiantes en huelga de hambre pidiéndoles en la plaza de Tiananmen que abandonaran el ayuno y prometiéndoles: "No vamos a cerrar el diálogo con vosotros". A partir de ese momento, las autoridades dejan de informar respecto a su paradero y sólo oficiosa mente se comunica que el jefe del partido estuvo ausente del discurso de Li Peng por "ligera indisposición".Fuentes cercanas al PCCh siguen sosteniendo como válida la noticia de que Zhao Ziyang se quedó aislado frente a la postura partidaria de aplastar la protesta por la fuerza, que defendieron en una reunión extraordinaria los otros cuatro miembros del comité ejecutivo del partido: Li Peng; el viceprimer ministro, Yao Yilin, y los encargados de Propaganda y de Seguridad, Hu Qili y Qiao Shi, respectivamente. El nombre de este último comienza a circular como nuevo secretario general.

Las especulaciones de los sinólogos no llegan aún a coincidir con exactitud sobre el desarrollo del encuentro que desembocó en la presumible defenestración de este político de 70 años, apasionado jugador de golf y considerado, en principio, como el sucesor in pectore de Deng Xiaoping cuando éste se vaya a "descansar con Marx", como gustaba decir el número uno chino en situaciones no tan críticas como la actual al referirse al momento de su muerte.

¿Dimisión o cese?

Unos aseguran que Zhao presentó inmediatamente la dimisión, no aceptada en un primer momento pero sí más tarde. Y otros afirman que fue pura y llanamente destituido al oponerse a utilizar el Ejército. Según fuentes periodísticas de la colonia británica de Hong Kong citadas anoche por la televisión japonesa, Zhao Ziyang se halla bajo custodia y rehúsa aceptar la dimisión forzosa alegando que ésta es competencia del comité central del partido, que todavía no se ha pronunciado.

Su desaparición de la escena arroja, en cualquier caso, un mar de sombras sobre el proceso de modernización de China. Zhao Ziyang era de la opinión de que el desequilibrio en el ritmo entre las reformas económica y política es el origen de esta explosión de caldera que el país más poblado del planeta vive estas semanas y que amenaza lo estabilidad del mismo.