Orden de busca del líder del M-19 cuando negocia con el Gobierno colombiano

No deja de ser paradójico: mientras delegados del Gobierno colombiano dialogan por segunda vez con el comandante general del M-19, Carlos Pizarro, un juez de instrucción criminal dictó el pasado viernes auto de detención contra la plana mayor de este movimiento guerrillero. A Carlos Pizarro y a 22 guerrilleros más se les acusa por la toma sangrienta del Palacio de Justicia, en noviembre de 1985. En ella murieron más de 100 personas, entre ellas 13 magistrados de la Corte Suprema de Justicia.Pero la resolución judicial no sólo señala al M- 19. El juez pidió abrir investigación penal contra dos jefes militares, el general Víctor Delgado, ex comandante general de la Policía Nacional, y el también general Armando Arias Cabrales, en la actualidad segundo comandante del Ejército. Presuntamente, los dos oficiales tienen responsabilidad en caso de desapariciones y torturas de personas que se encontraban en el palacio en el momento del asalto.

La investigación judicial descartó la participación de narcotráficantes en el hecho, "ya que no se encontró la más mínima evidencia de ello". Pero lo que ha causado mayor sorpresa es que se solicite investigar la conducta de los dos generales. Esta noticia coincide con un enfrentamiento entre las autoridades judicial y militar en Colombia. Se dio a raíz de la decisión de un juez que dictó auto de detención contra tres oficiales de las Fuerzas Armadas por su presunta participación en la matanza de Segovia. Este hecho se produjo el pasado 11 de noviembre, y en él murieron 45 personas. La semana pasada también la Fiscalía General de la Nación pidió la destitución de un mayor y un capitán del Ejército.

Hoy, lunes, se esperan los resultados del segundo encuentro entre el Gobierno y el M-19. Se espera que la decisión judicial sobre el caso del Palacio de Justicia no afecte en nada a lo que se ha logrado ya en el terreno de la paz con este grupo guerrillero. Hasta ahora, los partidos políticos han dado el sí a la fórmula propuesta conjuntamente por el Gobierno y el M-19 el pasado 10 de enero: un gran diálogo jefes políticos-jefes guerrilleros para llegar a una paz concertada.