Tres miembros de una familia de Tenerife, acusados de narcotráfico

Una familia residente en Tenerife -Julián Carrión, de 51 años; su esposa, María Celina Hernández, de 45 años, y el hijo de ambos, Cristopher, de 19 años permanece en prisión en la isla desde hace un mes, acusada de pertenecer a una red de tráfico de cocaína que está siendo investigada por las Brigadas de Estupefacientes y de Delitos Monetarios.El titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Santa Cruz de Tenerife, Arturo Beltrán Núñez, ha ordenado el embargo de más de 15 cuentas corrientes en una decena de entidades bancarias y varias propiedades muebles e inmuebles de los detenidos, ante la sospecha de que forman parte de una importante organización nacional o internacional del narcotráfico. El caso, dada su envergadura, podría pasar al Juzgado Central de Instrucción de la Audiencia Nacional y al Fiscal Especial Antidroga.

Carrión Arcos, natural de Santander y afincado en Tenerife, ya había tenido problemas con la justicia española en dos ocasiones anteriores, en los últimos tres años, por supuesta tenencia ilícita de arma y venta ilegal de droga. Según fuentes de la policía, tiene pendiente una causa con los tribunales de Estados Unidos, que le concedieron en 1980 la libertad condicional previo pago de una fianza de 250.000 dólares (28.500.000 pesetas). Esta información, facilitada a las Fuerzas de Seguridad del Estado por la DEA, Oficina norteamericana de la Lucha contra el Narcotráfico, hace pensar en la posibilidad de que la justicia estadounidense solicite próximamente una comisión rogatoria para interrogar al detenido en Canarias.

El presunto traficante y su hijo fueron apresados por miembros del Grupo Regional de Estupefacientes de la Jefatura Superior de Policía de Canarias en una operación el pasado 7 de diciembre, pero no había trascendido hasta ahora, al permanecer bajo secreto sumarial. La policía se incautó de cerca de dos kilogramos de cocaína, de gran pureza, y cuatro kilogramos en joyas en dicha intervención. Días más tarde, la esposa de Carrión era detenida en Tuy (Pontevedra).