Frente de intelectuales

Ales Adamovich, uno de los fundadores de la Tribuna de Moscú, un club de intelectuales de carácter elitista, está preocupado por las dificultades de la intelectualidad rusa para unirse en un frente común como han hecho sus colegas de las repúblicas bálticas."Nada puede resolverse seriamente y para largo tiempo si no existe el deseo de democracia y el anhelo de un Estado de derecho por parte de la población rusa", señala el escritor bielorruso, que teme al ala extremista de la tendencia nacionalista rusa.

Este ala extremista, representada por el grupo Pamiat (Memoria), "es capaz de ahogar a la perestroika porque no es compatible con la democracia'. "Pamiat es, sin embargo, un extremismo parásito de un problema real, a saber, los sufrimientos del pueblo ruso y la destrucción de su cultura y forma de vida en la época de Stalin".

El escritor Ales Adamovich vive con dolor la escisión que a su juicio se está produciendo en la intelectualidad rusa, dividida entre un sector moscovita urbano y otro sector que vive en las provincias, como Valentin Rasputín, Vasil Belov o Víctor Astafiev. Este último sector está siendo arrastrado, según dice, hacia las tendencias extremistas de Pamiat.

"Yo intento construir un puente, pero es un intento peligroso, porque si hay una gran pelea y uno va de un lado a otro con el ramito de olivo, puede acabar recibiendo de las dos partes", asegura Adamovich.