Una sola provincia

Ante la polémica desatada por la creación de una única provincia en Cataluña, y a la vista del artículo publicado por el señor Jordi Solé Tura en el periódico de su dirección, debo manifestar -y así piensa una gran mayoría de españoles- que nos parece magnífico la creación de una sola provincia (habría que sustituir esta palabra provincia por región autónoma). Con ello eliminamos todas las diputaciones provinciales y todos los gobernadores civiles, pero no sólo en Cataluña. Todas las regiones de España que tienen sus autonomías históricas y geográficas tienen que convertirse en una sola provincia -mejor dicho, región-, eliminar todas las diputaciones provinciales, que son arcaicas e inoperantes, y ser el Gobierno autónomo el único regidor del espacio geográfico de cada una de ellas. Eliminar, asimismo, el gobierno civil y potenciar el delegado del Gobierno.En cuanto a la opinión del señor Solé Tura, que se eliminan senadores y diputados con este nuevo organigrama provincial, debemos decir que el número de habitantes de cada región -sin provincias- dará la representación proporcional.

La sociedad española -y en ello incluyo a toda la sociedad catalana- quiere propuestas realistas, y la más realista es la eliminación de toda la burocracia reinante en la actualidad, y en cuanto al Senado, que sea una auténtica representación de las comunidades autonómicas.-