Un melodrama de los de antes

Barbara Stanwyck, Dick Bogarde, Christopher Lee y Montgomery Clift demuestran la importancia del actor en la contrastada programación cinematográfica del sábado y madrugada del domingo. Barbara Stanwyck consiguió la primera de sus nominaciones al Oscar por su magnífica interpretación en Stella Dallas, un espléndido melodrama realizado por el maestro King Vidor, nueva versión del filmado por Henry King en 1925.El medido y emotivo melodrama es ocasión para que Vidor insista en las diferencias sociales, y ofrece un final de los de antes, digno ejemplo para figurar en las antologías del género. Dick Bogarde asume todo el peso de la acción de Muerte en Venecia, adaptación del hermoso relato de Thomas Mann, donde Luchino Visconti introduce sustanciales cambios, pretexto para rendir homenaje a Gustav Mahler, y disertar sobre el arte, el amor, la belleza y la muerte.

Christopher Lee, mítico nombre en el cine de terror de la Hammer, abandonó la capa del conde Drácula por los más exóticos hábitos del personaje creado por Sax Rohmer, para protagonizar a las órdenes del hábil Don Sharp La máscara de Fu-Manchú, del mismo título que la realizada en 1932 por Charles Brabin e interpretada por Boris Karloff. Don Sharp, en los filmes que resucitaron al malvado oriental, combinó la aventura y el fantástico en un intento fallido por recuperar el encanto de un género, hoy ya perdido, que tuvo como más recordables cultivadores a Rowland V. Lee, el citado Brabin y la pareja formada por los realizadores William Witney y John .W. English.

El frágil, vulnerable y ambiguo Montgomery Clift, poseedor de una de las miradas más angustiosas y desvalidas del cine, protagoniza un desmitificador filme de espías que enfrenta a la CIA y al KGB en El desertor, realizada por el francés Raul Levy. El desertor, segunda realización de Levy, fue su última empresa,' pues, al igual que Montgomery Clift, se suicidó poco después de finalizar el rodaje.