La policía investiga a un inspector de Denia denunciado por amenazas y extorsión

Karl-Reinhardt Nusse, ciudadano alemán occidental, presentó en un juzgado de Denia (Alicante) una denuncia contra el inspector de policía Javier Larumbe por presuntas amenazas, coacciones y extorsión. Como consecuencia de la denuncia, presentada hace varias semanas, Larumbe, adscrito a la comisaría de Denia, fue investigado por dos inspectores de la Brigada de Régimen Interior.

El informe policial, al que ha tenido acceso este periódico, afirma que Larumbe pidió a Nusse 300.000 pesetas, que le fueron entregadas por el ciudadano alemán. A cambio, el policía debía conseguir un permiso de residencia para el alemán.Según el informe, Nusse era propietario de un bar en una playa de Denia. Larumbe acudía allí con asiduidad y realizaba frecuentes consumiciones que nunca pagaba. A mediados del 1986, Larumbe citó a Nusse a su despacho y le solicitó que le pasara información sobre presuntos traficantes de estupefacientes.

Varios meses después, el ciudadano alemán se presentó en comisaría para conocer cómo se hallaba la tramitación de su permiso de residencia. Larumbe le informó que no podía tramitarlo por tener antecedentes penales en la RFA. Días después, el inspector le pidió 300.000 pesetas, indicándole que debía depositar los billetes en un bar envueltos en periódicos, según el informe. Al no poder regularizar su situación, Nusse traspasó su bar y poco después fue requerido por el policía para que le entregara 500.000 pesetas más. En esta ocasión, el alemán no accedió al pago y grabó la conversación.

El informe relata otras irregularidades presuntamente cometidas por el inspector, entre ellas el impago de unos trabajos realizados por un carpintero de Denia al que había exigido 100.000 pesetas. El informe refleja también que una vivienda que adquirió el policía recientemente en Denia no figura inscrita en el registro de la propiedad y, por tanto, "no se ha podido saber las condiciones de adquisición ni financiación".

Por último, el documento hace referencia al carácter "extremadamente violento" del policía y al "enrarecimiento total de sus relaciones con el resto de funcionarios de la comisaría de Denia, y se tenía conocimiento de que en alguna ocasión se ha extralimitado hasta el punto de amenazar a algún compañero poniéndole el arma reglamentaria a la altura de la cabeza".