Pedro Caba, miembro de la ejecutiva de la OMS

España logró ayer un puesto, que mantendrá durante tres años, en el Consejo Ejecutivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El médico Pedro Caba, representante español en dicha institución desde ahora, manifestó que no hubo votación, sino que se aceptaron por unanimidad las dos únicas candidaturas que subsistían. Israel y Alemania Oriental se retiraron, en favor de España y Yugoslavia.Caba afirmó que la polémica surgida sobre la identidad del candidato español era irrelevante y no había trascendido a las delegaciones de los países votantes. "El elegido no soy yo, sino España", resumió. "Aquí no se ventilan historiales ni personalidades; aquí sólo se decide si entra o no un país".

Y sobre las críticas de que el ministro de Sanidad, Julián García Vargas, lo designó candidato por ser su vecino y amigo, replicó: "Ojála fuera su amigo, no soy parte de su círculo de íntimos, a ver si algún día lo consigo, aunque sí soy vecino". Caba estima que la entrada de España en este organismo, en el que estuvo en 1960 y 1982, supone un paso más en su prestigio internacional. "España está de moda", diagnosticó.

Caba, gastroenterólogo de 54 años, considera que España es pionera en muchos planes de la OMS, pero estima que esta presencia más directa favorecerá la erradicación de problemas sanitarios españoles: "Hay una sobrecarga del escalón médico de especialistas, y subsisten plagas como la salmonella o la hidatidosis, en 1985 hubo casos de lepra y más recientemente de poliomielitis. No hemos llegado a la meta".

Su labor, entiende, será de puente entre la política de la OMS y el Gobierno español.