El mercado único europeo creara en España de 200.000 a 500.000 empleos, según Pedro Solbes

El logro del mercado único a partir de 1992 entre los 12 países miembros de la Comunidad Europea (CE) supondrá para España la creación de 200.000 a 500.000 empleos, según dijo ayer en Santander el secretario de Estado de la CE, Pedro Solbes, que puso estas cifras como marco de referencia para valorar si la operación tiene éxito o no. Hasta entonces, el Gobierno prevé que el empleo neto aumentará en 1,5 millones de puestos de trabajo desde principios de 1988 hasta finales de 1992, a un ritmo de 300.000 anuales, que podría acelerarse en 1993 si se cumplen dichas estimaciones.

Solbes habló sobre el mercado único y su influencia en la economía española en la primera sesión del curso sobre Horizonte de la unión europea 1992, organizado esta semana por la Asociación de Periodistas Europeos en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. Precisó que la pues-a en marcha del mercado interior permitirá también crecer a un ritmo mayor al mismo tiempo que se reducen las subidas de precios para los consumidores y sin que la expansión de la actividad económica choque con las históricas restricciones en la balanza de pagos. "Es como si hubiéramos encontrado la fórmula mágica", añadió.Los efectos del mercado único fueron explicados por el director del centro de Política Europea del Instituto de Estudios Europeos de Florencia, Gian Domenico Majone, quien utilizó el método asumido por la comisión de la CE para concluir que el fracaso del proyecto formulado en el Acta Unica tendría "costes colosales".

Con las actuales barreras fronterizas y sin lograr las economías de escala que generaría la unidad del mercado, los doce perderían la oportunidad a largo plazo de incrementar su producto nacional bruto un 4% o 5% y sus 300 millones de consumidores de pagar precios un 6% inferiores.

Sobre estas bases, el secretario de Estado español dijo que, si la economía española sigue un comportamiento medio, sus beneficios por el mercado único se traducirían en 200.000 500.000 empleos adicionales los que generará en cualquier caso. "Si somos capaces de llegar a eso, España habrá asumido el mercado interior en condiciones. Si no, el impacto resultará negativo".

Solbes matizó que no todos los agentes económicos saldrán beneficiados, aunque el efecto global sea de todas formas positivo, por lo que el proyecto debe entenderse no sólo como la mejor, sino como la única alternativa para Europa. En esta idea coincidieron tanto Domenico Majone como Emile Noël, presidente del Instituto de Estudios Europeos de Florencia, dependiente de la comisión.

Los tres compartieron otras dos opiniones: que el Acta Única recupera los Ideales originales de la CE después de 15 años de abandono de la misma, y que sin aumentar la cohesión social y la solidaridad, no se logrará el mercado único. De ahí que consideraran necesario avanzar a la vez en lo económico y en lo político, pues liberalizar el mercado de capitales y armonizar la fiscalidad -dos de las condiciones necesarias para unificar el mercado- requerirá que cada país haga cesión de sus soberanías en política monetaria y fiscal.