Pendientes del veredicto

Los jueces venecianos que vieron el pasado miércoles la película La última tentación de Cristo, del director norteamericano Martin Scorsese, no se han pronunciado aún sobre la demanda por "acto blasfemo" y "obscenidad" presentada hace dos semanas por un abogado de Milán. La película fue proyectada en sesión privada, a la que acudieron, además de los jueces, representantes de los sindicatos de críticos de Italia y los organizadores del Festival de Venecia.Reunidos en privado en la pequeña sala Pasinetti, ubicada en el subsuelo del palacio del cine, los magistrados venecianos vieron la película en la versión original en inglés, con subtítulos en italiano, y se retiraron sin hacer ningún comentario. La versión oficial dada a la Prensa ayer por los responsables de la bienal de cine señalaba que aún no se había tomado una decisión con respecto a la posibilidad de suspender la proyección de la película de Scorsese, que presenta a un Cristo más humano, menos sacro y que tiene la fantasía de crear una familia y tener hijos con María Magdalena.

Fuentes no oficiales indicaro que los jueces se han pronunciado a favor de la proyección de la película, y señalaron que la oficina de prensa prefiere mantener la duda para no alentar a cuantos han anunciado que se manifestarán públicamente en contra de la película el día de su estreno, el próximo 7 de septiembre.

Según los organizadores de la Mostra veneciana, la proyección de La última tentación de Cristo se desarrolló en un clima "sereno". "Hemos trabajado mucho para que la polémica decaiga y se cree un clima de debate sobre la película como creación cultural que es y no como un simple motivo de histeria", afirmó un portavoz del festival.