Acarreos, presiones y robos

Robos y relleno de urnas, presiones para votar a favor del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y votaciones masivas de soldados fueron las principales denuncias de fraude hechas por la oposición durante la jornada electoral. En varios puntos del pais se detectó la presencia masiva en las mesas electorales de soldados transportados en camiones militares. En algún caso, como es el de Acapulco, el Frente Democrático Nacional (FDN) denunció que una misma patrulla de marinos votó varias veces en distintas mesas.En numerosos colegios electorales, según la oposición, fueron expulsados, a veces violentamente, los apoderados de partidos distintos del PRI. En un poblado del Estado de Morelos se denunció que el propio alcalde, pistola en mano, echó a los opositores y robó la urna. Un caso similar se dió en un pueblo del Estado de Veracruz.

El Partido de Acción Nacional (PAN) denunció en el Estado de Chihuahua, en el norte del país, casos como la desaparición de la tinta indeleble que se utiliza para marcar el dedo de los votantes, las alteraciones de padrones electorales y la realización de proselitismo partidista fuera del plazo legal.

En numerosos Estados federados se produjo el acarreo de votantes, con camiones y autobuses alquilados por dirigentes del PRI que trasladaban hasta los colegios a decenas de personas a los que previamente regalaban un almuerzo.

La secretaría de Gobernación acusó también a la oposición, especialmente a los seguidores de Cárdenas, de actos de violencia en algunos centros de voto. Se dieron casos, según la oposición, de que el público irritado quemase urnas que ya encontraba llenas.

Fuentes del PRI reconocieron en privado que se han registrado algunas irregularidades en el proceso, pero dijeron que estas fueron en lugares pequeños y sin influencia decisiva en los resultados.