La oposición considera insuficiente la auditoría de las cuentas de la Generalitat valenciana

Los grupos de la oposición expresaron ayer en la comisión de Economía del Parlamento valenciano su insatisfacción con el informe de la Sindicatura de Cuentas sobre la fiscalización del ejercicio de la Generalitat valenciana de 1986. El PSOE se quedó solo en su defensa de la gestión del Gobierno autónomo y del informe presentado por el síndico mayor, Manuel Girona.Girona reconoció la validez de algunas críticas a la gestión del Consell. Así, reconoció que era excesiva la cantidad de 1.190 millones de pesetas que, a los 10 meses de agotarse los plazos legales, quedaban pendientes de justificar. También compartió las críticas sobre la circunstancia de que en diciembre de 1986 se realizaron el 27% de todos los movimientos contables del ejercicio.

A pesar de todo, el síndico mayor afirmó que no existen responsabilidades contables. La oposición denunció diversos aspectos del funcionamiento de la Administración autonómica y no desaprovechó la oportunidad de criticar al Consell a propósito de la comparecencia de Girona.

Múltiples irregularidades

El informe de la Sindicatura de Cuentas pone de relieve la existencia de múltiples irregularidades administrativas que, pese a vulnerar algún apartado de la ley de Hacienda, no parecen incurrir en responsabilidades contables que supongan menoscabo de fondos públicos.A Girona, no obstante, se le reprochó que su informe no fuera más duro con el Gobierno autónomo. El síndico mayor alegó en su defensa que su labor se limita a reflejar las irregularidades observadas. El PSOE quiere concluir cuanto antes los debates de los últimos informes de la Sindicatura, aunque se amplíe el actual período de sesiones del Parlamento autónomo, que inicialmente estaba previsto cerrar esta semana. Se trata de evitar que estas cuestiones coincidan con la presentación del proyecto presupuestario de 1989 y del informe sobre la fiscalización de las cuentas de 1987.

El portavoz de Izquierda Unida, Pedro Zamora, señaló que gran parte de la intervención de Girona la dedicó "a justificar la actuación del Gobierno", aspecto que rechazó el síndico. El diputado de Unitat de¡ Poble Valencià Pere Mayor advirtió sobre el riesgo de tener una Sindicatura "puramente decorativa y excesivamente dócil con el Gobierno".

El CDS afirmó que la auditoría "no es buena" y el portavoz de Unión Valenciana, que parecía desconocerla, reiteró su petición de dimisión del síndico mayor. Las críticas más duras partieron de Rita Barberá, de AP, quien enumeró aspectos insatisfactorios de la gestión del Consell y dijo que el informe es "insuficiente, falto de profundidad y paliativo".