Agustín Celis Romero,

vecino de la localidad cántabra de Puente San Miguel, puede envanecerse de ser el dueño de la vaca más cara de España tras haberla comprado por tres millones de pesetas en Baleares con el fin de destinarla a la producción de embriones que luego serán implantados para su desarrollo hasta el nacimiento a reses de calidad inferior. La Astronaut valliant, de tres años de edad, en segunda lactación, ha sido campeona de Baleares y procede del Canadá. Por otra parte, en el centro de inseminación artificial de Torrelavega, Sultán, el toro que fue adquirido por la Diputación por un millón de dólares, ha efectuado su primer servicio como semental al saltar, precisamente, sobre otro toro. Su eyaculación, recogida en una vagina artificial, servirá para distribuir dosis a 400 vacas de la región.