En nombre de la leyenda

La carrera de Richard Fleischer podría dividirse en tres etapas, y así la vamos a dividir. La primera la forma, aproximadamente, una docena de títulos de serie B, desconocidos en nuestras pantallas, pero reputables, según los entendidos. La segunda empieza, mediados los cincuenta, con 20. A esta etapa pertenece Los vikingos, la película que esta tarde ameniza la sobremesa que el cineasta realizó en 1958. Sus héroes están tocados en ese filme de una cierta vis trágica: a poco de comenzar, uno de ellos pierde un ojo, o se lo hace puré un ave rapaz; poco antes de terminar, otro pierde una mano. Son, por tanto, antihéroes antes que héroes, seres perdidos en los mares de la mitología, una mitología que Fleischer contempla con especial atención y conocimiento de causa a través de una meritoria iconografía, un espléndido cinemascope -que, por lo visto en los avances, respetarán en su emisión- y una admirable fotografía de Jack Cardiff, un estupendo filme, en fin, de leyendas y aventuras. Recordemos, para finalizar, su tercera etapa, que abarca desde principios de los sesenta hasta nuestros días y que cuenta ya con obras muy flojas del realizador al lado de algún esporádico título brillante (Viaje alucinante, El estrangulador de Rillington Place ... ). Pero ya no era lo mismo.Escaso interés reviste el resto de la programación. Habrá que ver qué nos depara Aho y su mundo, una producción sueca sobre el mundo infantil. De Tiburón 3, sólo decir que es un infumable triturado italiano sobre el célebre escualo de Spielberg y que nada tiene que ver con la numeración americana, que dedicó ese número a un tiburón en tres dimensiones de poca monta. Y Corea año cero, un filme bélico bien manufacturado e interpretado, aunque de no mucha trascendencia.

Los vikingos se emite a las 16.05. Aho y su mundo, a la 1.00. Tiburón 3, a las 4.25. Corea, hora cero, a las 7.15.