Inflación

Cuando el Gobierno se fijó como objetivo económico para 1987 que la inflación no fuera superior al 5% fueron mayoría quienes calificaron la cifra de utópica, sobresaliendo CC OO en las críticas que mereció el propósito gubernamental. Ahora, al hacer el balance del pasado ejercicio, resulta que se ha conseguido rebajar incluso en cuatro décimas la inflación prevista, que ha quedado reducida a la tasa final del 4,6%. El avance de otros datos hacen presumir que la política económica socialista, en su conjunto, ha sido un éxito y que hay motivos suficientes para sentirnos satisfechos de los resultados obtenidos. Naturalmente, lo lógico sería que todos aquellos que en su momento dudaron de los proyectos presupuestarios del Gobierno reconocieran ahora sus aciertos, pero parece que esperar ese tipo de comportamiento es pura ingenuidad. Me conformaría sólo con que las previsiones oficiales para 1988 fueran recibidas por los interlocutores sociales y económicos con más seriedad que las anteriores. He de confesar, sin embargo, que hasta este punto soy muy escéptico, porque me doy cuenta de que en política sólo cuentan los intereses partidistas y corporativistas.-