Plural

Me da mucha alegría que se le haya otorgado el Premio Cervantes este año a Carlos Fuentes. Le conozco desde hace muchos años. En el verano de 1950 yo vivía en París, y recibí la visita de un joven mexicano que me dijo llamarse Carlos Fuentes y que comenzaba a escribir. Me interesó desde el principio la personalidad de Fuentes no sólo por la extraordinaria vivacidad de su inteligencia, sino también por su sensibilidad despierta. Conocía bien las literaturas modernas, especialmente la de lengua inglesa.Al poco tiempo me mostró algunos de sus cuentos, que inmediatamente me sedujeron por la valentía de su lenguaje y por la inteligente asimilación que hacía de las formas de la novela y el cuento europeos. Es siempre emocionante ver cómo se desarrolla un escritor, y en el caso de Fuentes esta experiencia ha sido particularmente gratificante. Ha explorado muchos caminos y muchas formas. El cuento, el ensayo literario y político y la novela. Mejor dicho, las novelas. Uso el plural no solamente porque ha escrito muchas, sino porque cada una de ellas es un experimento, una exploración. Hay pocos escritores en lengua española tan variados y ricos como Carlos Fuentes. En la actual literatura de lengua española me fascina y exalta las obras de unos cuantos poetas y novelistas que no son una promesa, sino una presencia. Entre esas obras se encuentra la, de Fuentes.