Sesión errática al cierre de la semana

Los mercados de valores no acaban de salir de su desconcierto operativo. Ésta es la conclusión más clara, posiblemente la única, que podría extraerse de la sesión de cierre semanal. Dinero y papel siguen acudiendo al patio de operaciones, en menor medida que en jornadas precedentes, pero siempre demostrando un exquisito cuidado en la elección de los valores objeto de atención. La irregularidad, por tanto, es la constante de las últimas sesiones de contratación, a falta de otras consecuencias más reveladoras.Hay grupos que se despiden de la última semana completa del mes con ganancias notables en sus indicadores parciales, tales como el constructor o el alimentario, e incluso en menor medida el bancario. Mientras tanto, otros grupos lo hacen entre un claro ambiente negativo, como en los casos de químicas, siderúrgicas, eléctricas o la propia Telefónica.

Los volúmenes de contratación han vuelto a descender, situándose en la sesión del jueves en torno a los 19.000 millones largos de pesetas efectivas, estimándose la negociación del viernes en una cifra muy similar, aún a falta de conocerse el movimiento registrado en la sesión operativa de la tarde en los distintos despachos.

El punto de optimismo más significativo de la jornada puede encontrarse en la resistencia de los valores bancarios a bajar de manera importante, pese a que los saldos vendedores eran más numerosos que sus contrarios en la operatoria por caja. A última hora, los restos ofertados de estos títulos se retiraban en su totalidad, aunque también se cumplimentaban en proporciones elevadas en los casos más representativos. Hay sociedades medianas y más pequeñas que suben con cierta solvencia que acompañan a una selecta representación de valores industriales que aportan su granito de arena para la consecución de la rebaja en la pérdida del índice general.