El Gobierno de Managua libera a 17 presos centroamericanos indultados por el Parlamento

Nicaragua, a través de su vicecanciller José León Talavera, entregó ayer a los embajadores de los países centroamericanos a 17 personas acusadas de desarrollar "actividades contrarrevolucionarias". Los prisioneros -ocho hondureños, dos costarricenses, cinco salvadoreños, un guatemalteco y un panameño- habían sido indultados el martes por el Parlamento. Talavera afirmó el miércoles que los prisioneros viajarían ayer a sus respectivos países.

"Éste es un paso más hacia la reconciliación (...) dentro del marco de los acuerdos de Guatemala", afirmó el diplomático nicaragüense, en referencia a los acuerdos firmados el pasado 7 de agosto por los presidentes centroamericanos en la cumbre de Esquipulas 2.Muchos de los detenidos estaban encarcelados desde hace unos cinco años, y todos ellos habían sido capturados por el Ejército nicaragüense en enfrentamientos armados contra los grupos antisandinistas.

El embajador de Costa Rica en Nicaragua, Farid Ayales, afirmó ayer que la entrega de los detenidos es "una medida que fortalece las opciones democráticas y muestra la voluntad del Gobierno en busca de la distensión".

Ayales agregó que, si se avanza en el cumplimiento de los acuerdos de Esquipulas 2, se irán dando pasos contra "las opciones militares". El acuerdo fija el 7 de noviembre como plazo para el alto el fuego y la puesta en marcha de reformas democráticas.

El proyecto de indulto de los 17 prisioneros, acusados de violar la ley de mantenimiento del orden público, había sido anunciado el pasado 13 de septiembre por el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega. La oposición había solicitado la liberación de los prisioneros de la contra, pero el Gobierno ha respondido que ésta no se produciría hasta que no acabara la guerra.

Diálogo con la oposición

La liberación de los prisioneros se hizo efectiva un día después de que el Gobierno de Managua invitara oficialmente a los 11 partidos políticos de la oposición legal a participar en un diálogo nacional que se iniciará el próximo 5 de octubre.Dirigentes de la contra, por su parte, manifestaron en Tegucigalpa que estaban dispuestos a dialogar, a partir del próximo 4 de octubre, sobre un alto el fuego que no sea unilateral. El martes, el Gobierno de Managua anunció la puesta en práctica en breve de un alto el fuego en algunas zonas de combate con la contra.

El cardenal Miguel Obando y Bravo, primado de Nicaragua, confirmó en declaraciones a Radio Vaticana su disposición a mediar entre la contra y el Gobierno sandinista para lograr una conciliación. "Estoy dispuesto a contribuir en la pacificación de una nación que ha sufrido tanto", declaró Obando, quien añadió que "se puede servir de mediador si las circunstancias lo permiten y las partes en conflicto aceptan al mediador".

La Cámara de Representantes de EE UU aprobó el miércoles la entrega de 3,2 millones de dólares (casi 400 millones de pesetas) en ayuda humanitaria a la guerrilla antisandinista. El dirigente de la contra Adolfo Calero expresó ayer su certeza de que el Senado también aprobará la concesión de esa ayuda "para llegar a los términos de Esquipulas 2 debidamente alimentados".

La aprobación de la ayuda se produjo poco después de que el presidente costarricence, Óscar Arias, pidiera a las dos cámaras del Congreso de EE UU la suspensión de la ayuda a la contra. El Departamento de Estado, por su parte, reiteró el mismo día que las últimas medidas adoptadas por Managua -la reapertura del diario opositor La Prensa y de Radio Católica, junto al alto el fuego gradual- son "gestos cosméticos", y que sin la participación de la contra "no se solucionará el conflicto de Nicaragua".

También el miércoles, la organización independiente Testigos para la Paz difundió en Washington un informe en el que se acusa a la contra de asesinatos, secuestros y ataques a la población civil en territorio de Nicaragua.