Resistentes y judíos, dos visiones del caso

Las diferencias entre los abogados de las asociaciones de resistentes y los abogados de las asociaciones judías, presentes en el mismo inicio del proceso contra el nazi KIaus Barbie, no han cesado de aparecer en todo el juicio, incluso en el momento mismo de escuchar la sentencia de cadena perpetua.Los representantes de los resistentes consiguieron, a pesar de los gestos de disconformidad del resto de sus colegas, la ampliación de la noción de crimen contra la humanidad a quienes resisten a la acción totalitaria de exterminación racial de cualquier Estado como el nazi.

Los resistentes han intentado en distintas ocasiones evitar que el juicio derivara hacia una expresión del enfrentamiento árabe-israelí, mermando así la universalidad de la noción de crimen contra la humanidad y su valor futuro como instrumento para el combate contra otros genocidios.

Posiciones extremas

Dos posiciones extremas han aparecido así, gracias también a la acción de Jacques Vergés, y a pesar del esfuerzo de los acusadores de los resistentes o de la labor escrupulosa del fiscal, claramente enfrentadas: los representantes del mundo árabe, para quienes el nazismo es sólo parte del recuerdo, y a quienes no produce especiales escrúpulos utilizar a Klaus Barbie para su combate contra Israel, y los representantes judios, para quienes la defensa del Estado de Israel y la persecución de los responsables del holocausto son cosas idénticas.

El gesto de los dos auxiliares de Vergés, Jean-Marie M'Bemba, congoleño, y Mabib Bouaita, argelino, que no dieron la mano al viejo nazi cuando apareció el viernes en el banquillo, aparece así como un detalle imperceptible e insignificante en la fosa que se abrió en Lyón ya en el último tramo del juicio del siglo en Francia.