La oposición centró su campaña contra el PSOE en el despilfarro de dinero del gobierno local

Los principales partidos de Madrid han centrado la concluida campaña electoral en acusar al alcalde de la capital y al presidente de la Comunidad, ambos del PSOE, de haber despilfarrado el dinero en campañas propagandísticas. La campaña del partido en el poder, tras una primera fase de inauguraciones, se centró en recordar las cosas hechas por ellos y lo que no hicieron otros cuando estuvieron en el gobierno local.

La campaña en Madrid se inició de una forma atípica ante la estrategia del PSOE y la voluntad de su candidato a la alcaldía, Juan Barranco, de centrar su actividad en las inauguraciones y actos oficiales que en la participación de mítines y actos electorales. A media campaña, la campaña de inauguraciones fue tachada y sustituida por intervenciones públicas o debates radiofónicos con sus contrincantes en las elecciones,El resto de los candidatos centró sus primeros esfuerzos en darse a conocer y en captar el voto indeciso, un porcentaje importante del electorado. Así, los comerciantes y clientes de los mercados vieron, como si de un rito se tratara, aparecer a los candidatos. La preocupación por acercarse a los problemas que más preocupan fue el segundo eje de la campaña. Los poblados chabolistas, las calles del barrio de Malasaña, algún centro penitenciario fueron recorridos por los políticos.

Los partidos de la oposición criticaron el aumento de la delincuencia, la falta de viviendas y, ante problemas tan graves, el derroche del dinero público en propaganda. El PSOE contestó a los ataques con un "se inauguran cosas porque se han hecho".

La campaña en la región ha sido más clásica, con visita obligada a la mayor parte de los 178 pueblos de la provincia. Los contenidos de los programas han quedado difuminados en beneficio de la descalificación más original. Los partidos IU, AP, PSOE y CDS se llevaron la palma en los insultos y en el recordatorio de obras y omisiones de cada uno de los candidatos.