Los nuevos cantautores o el eclecticismo

Pequeño ciclo en la sala Elígeme con los ganadores el pasado año del Encuentro Nacional de Jóvenes Cantautores. Javier Bergia, madrileño, y Miquel Gil, valenciano, que ganaron ex aequo el primer premio, y María José Hernández, aragonesa, que compartió el segundo con el canario Javier Moreno, el único que no pudo acudir a la cita. Tres cantantes de orígenes muy distintos y de músicas igualmente diversas, teñidos de un sano eclecticismo que aprovecha todos los lenguajes musicales a su alcance, pero huye del mimetismo.Javier Bergia presentó, junto a algunas de las canciones que componían su primer disco, las nuevas composiciones que apareceran próximamente en su segundo álbum. Un cantautor con una personalísima manera de cantar y contar, que ha dejado atrás los visos de monotonía que a veces ribeteaban sus actuaciones, mediante unos arreglos ricos y variados que otorgan la envoltura ideal a unas canciones que saben encontrar la magia de los momentos vacíos.

Miquel Gil ofrece una de las propuestas sonoras más originales que se pueden escuchar hoy día en España. Frente a lo que está haciendo el cantante valenciano con su nuevo grupo, Terminal Sur, la mayor parte de lo que hacen los grupos considerados modernos es simple y llanamente arqueología. Una música que utiliza con inteligencia y originalidad la tecnología, con una fuerte base rítmica de acentos norteafricanos y líneas melódicas de luminosidad mediterránea.

María José Hernández es la más joven del grupo, apenas 20 años, pese a lo cual sus canciones son de una sorprendente madurez conceptual, aunque todavía se vean excesivamente ceñidas por la influencia de los maestros, Silvio Rodríguez en primer lugar. Canciones de hermosos textos y sencillas, pero elaboradas, melodías, sobre las que brilla una voz excelente, unas maneras interpretativas nada bisoñas y una presencia que se apodera del escenario con sólo poner un pie en él. Tiempo, experiencia y medios es lo único que todavía le falta a esta cantante.

Tres cantautores jóvenes que vienen a demostrar palmariamente que todo vale, que para hacer buenas canciones no es necesario apuntarse a esta o aquella moda, que únicamente es preciso tener cosas que contar y saber cómo contarlas.