La Comunidad advierte a EE UU que no aplique la ley proteccionista sobre el textil

La Comunidad Europea (CE) ha advertido a la Administración norteamericana sobre las consecuencias que tendría para el comercio bilateral la aplicación por parte de EE UU de una ley proteccionista en materia textil que el Congreso deberá examinar próximamente.

Mes y medio después de que las dos principales potencias comerciales del mundo lograsen evitar en último extremo un conflicto provocado por la disminución de las importaciones españolas de cereales norteamericanos, surge de nuevo este peligro, pero esta vez en relación con los textiles, la industria de la confección y los zapatos sin corcho.El comisario europeo Willy de Clercq, responsable de la política comercial, ha expresado en una carta dirigida a Clayton Yeutter, representante norteamericano para el comercio exterior, su preocupación por la iniciativa, que va a ser sometida al legislativo estadounidense.

Si prospera, afirma el comisario belga, "cambiará fundamentalmente (...) el comercio mundial del textil (...), pondrá en tela de juicio el protocolo de ampliación del acuerdo multifibras (...) y tendrá efectos negativos sobre el sistema comercial mundial". Además, añade, el proyecto transgrede los derechos que poseen los proveedores del textil en el marco del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT).

Contingente global

El texto depositado ante el Congreso establece un contingente global para la importación en Estados Unidos de productos textiles y de confección, que no podrán aumentar más de un 1% anualmente con relación a 1986.

Las de zapatos permanecerán incluso congeladas a su nivel del año pasado. Todas estas disposiciones podrán ser revisadas dentro de un período de 10 años.

Para atenuar las consecuencias de estas medidas sobre los exportadores, el presidente de Estados Unidos quedaría facultado para conceder una pequeña disminución del 1,8% del arancel al que están sometidos estos productos, que para venderse al otro lado del Atlántico sólo deberán abonar como promedio un 16,4% sobre su valor ad valorem.

De Clercq advierte en su misiva que si la ley es adoptada, la Comunidad Europea "se verá obligada a adaptar su política textil para evitar distorsiones del comercio y a tomar represalias que afectarán a los productos norteamericanos", empezando probablemente por los textiles, cuyas exportaciones de Estados Unidos a los doce han progresado en 1986 en un 45% con relación al año anterior.

Las que se efectúan en dirección opuesta, por el contrario, han disminuido en un 0,5%.