Arzalluz: "El Gobierno de coalición con el PSOE durará los cuatro años"

El presidente del Partido Nacionalista Vasco (PNV), Xabier Arzalluz, está convencido de que el Gobierno de coalición con los socialistas en Euskadi durará los cuatro años de la legislatura, aunque deba atravesar momentos duros. Arzalluz afirma en declaraciones a este periódico que el pacto es bueno y subraya que no tiene miedo a las acusaciones de claudicación. "Nos vienen llamando traidores desde 1977, explica.

Para el líder nacionalista, el PNV ha actuado con dos criterios: "Mantener lo hecho, porque no podíamos entrar en un Gobierno que anduviera piqueta en mano, derribando nuestra obra, y abrir la posibilidad de dar un salto en el nivel de poder del Gobierno vasco".

Sobre la distribución de carteras, confiesa que le hubiera gustado mantener Educación. "Pero hemos conseguido", dice, "que el programa garantice nuestro proyecto de gratuidad total y que el consejero sea pactado. En cambio, no podíamos consentir que los socialistas se llevaran Hacienda o Interior porque hubieran estado negociando cosas como el cupo o la Ertzantza [policía autonómica] en los dos lados de la mesa".

Arzalluz cree "sinceramente que este Gobierno va a durar cuatro años y va a resistir todos los embates", porque los nacionalistas están interesados en que funcione, "y ellos, los socialistas, también". Piensa que "Jáuregui no va a ser sólo un vicepresidente, sino un contrapresidente; están creando una figura para el futuro". Por tanto, concluye, "al PSOE le interesa hacer una buena gestión"

Xabier Arzalluz desmiente la versión del candidato a la presidencia del PSE-PSOE, José María Benegas, en el momento de hacer pública su renuncia. "Nunca nos hemos negado a formar parte de un Gobierno presidido por un socialista", asegura, "pero las cosas han salido así. Estaba en el ambiente: Benegas no creía que este fuera el momento para ocupar ellos la presidencia".

La principal virtud del pacto, afirma, es que abre posibilidades reales de desarrollo de la autonomía, "algo que, vista la experiencia, considerábamos casi imposible desde el golpe del 23-F, cuando se cerró el caño". Reconoce también que ha habido una concesión importante, al no conseguir un compromiso que paralice la participación de los socialistas en la reforma electoral de las juntas generales (parlamentos provinciales), que el PNV considera injusta y dudosamente constitucional.

En cambio, no cree haber cedido nada porque el acuerdo excluya la negociación política con ETA. "Eso de la negociación política está sujeto a interpretaciones. Yo creo que lo que hizo ETApm también fue político, pero lo cierto es que estamos ya escamados".

El PNV, asegura, mantiene íntegra, en cambio, su libertad de relación "con HB, con ETA o con quien queramos, igual que el PSOE, pero nunca podremos comprometernos a nada que contradiga el acuerdo suscrito; en eso todo el mundo sabe que vamos de pardillos, y haremos honor a nuestra palabra".

El acuerdo de coalición no hará olvidar en el PNV ninguno de los motivos de enfrentamiento con el partido socialista, añade su presidente, "ni lo que pasó con Navarra ni nuestras sospechas sobre el GAL; aquí no se olvida nada porque el acuerdo sólo ata lo que ata, pero también es verdad que la cohabitación puede eliminar crispación en el tratamiento de las diferencias".