Israel matiza su rotundo rechazo al canje

El no tajante del Gobierno israelí a la propuesta de un canje entre rehenes retenidos en Líbano y 400 prisioneros árabes detenidos en Israel parece haber sido sustituido por un no, pero...

El ministro de Defensa israelí, Isaac Rabin, declaró ayer: "El asunto está por ahora en manos de EE UU, pero el Gobierno de Israel examinará lo que se pueda hacer, si recibe una petición en ese sentido." [La Casa Blanca reiteró anoche que no ha tenido contactos con Israel, corroboró su negativa a ceder a las exigencias de los secuestradores y reafirmó que no tiene intención de pedir a otros países que lo hagan.]

Washington no ha pedido nunca oficialmente a Israel que libere a los 400 detenidos para salvar la vida de los cuatro rehenes (tres profesores norteamericanos y uno indio) que están en manos de Yihad Islámica para la Liberación de Palestina. Oficialmente también, nadie habla de "ceder al chantaje ignominioso de los terroristas". Desde hace 48 horas, sin embargo, entre bastidores, se están produciendo intensas consultas diplomáticas.

Israel no puede ni quiere actuar bajo la amenaza de un ultimátum", declaró a la radio israelí Simón Peres, viceprimer ministro y ministro de Asuntos Exteriores de Israel. "Pero si alguien tiene una sugerencia válida, debe dirigirse a nosotros de forma apropiada", señala Peres. ¿Qué significa todo esto?

El comportamiento de Nabih Berri, líder de Amal, que ha expuesto públicamente las condiciones del canje, no es adecuado", dice Peres. Es decir: hay que actuar con discreción.

Según ha sabido este corresponsal, el primer ministro israelí, Isaac Shamir, mucho mas intransigente que Peres acerca de la propuesta de intercambio, ha moderado su actitud. Shamir, que es esperado en visita oficial en Washington dentro de 10 días, no quisiera aterrizar en EE UU 11 con la carga de tres cadáveres de ciudadanos norteamericanos, se dice en Jerusalén.