La Junta de Extremadura aprueba la reforma de las tierras de regadío

El Consejo de Gobierno de la Junta de Extremadura aprobó ayer el proyecto de ley sobre tierras de regadío, calificado de instrumento fundamental para la realización, junto con la ya aprobada ley de la Dehesa, de la reforma agraria en Extremadura.Según el consejero de Agricultura, Francisco Amarillo, entre los objetivos fundamentales de esta ley figuran evitar que haya regadíos abandonados, incentivar los cultivos, que no exista desviación de cultivo de secano a regadío y fijar los criterios de transformación de las tierras de secano en regadío.

Con la aprobación de esta ley, cuya aplicación podría tener lugar a partir del próximo mes de febrero, tras su aprobación en el Parlamento regional, sumada a la ya existente sobre la dehesa, el 82% de la producción agraria extremeña estará definitivamente ordenado. Este proyecto de ley, que, según Amarillo, "prima los cultivos hortícolas y frutales", considera "regadío abandonado aquel que hubiera dejado de regarse durante un año" y su expropiación se llevaría a cabo "de acuerdo con la legislación del Estado".

Para determinar cuáles son los regadíos infrautilizados se aplicará tres índices relativos a "la utilización del suelo", "el rendimiento" y "la mano de obra". Como paso siguiente la ley contempla "un plan de intensificación de cultivos" que, "de no cumplirse", llevaría a la denominación de regadío infrautilizado, aplicándose un impuesto progresivo "que podría alcanzar la cantidad máxima de 100.000 pesetas por hectárea", hasta llegar a "la expropiación forzosa".