Una prostituta drogaba a sus clientes para robarles

Una prostituta de 42 años cuyo nombre corresponde a las iniciales M. C. S. B. y un hombre de 60 años cuyas iniciales son F. H. T. han ingresado en la prisión de Jerez como presuntos autores de varios robos de joyas y dinero en metálico por un importe superior al medio millón de pesetas. El método seguido por ambos era mezclar un narcótico en las bebidas consumidas por los clientes de la prostituta para, una vez que la droga hacía efecto, despojarles de todo lo que llevasen.

El caso se descubrió tras el hallazgo de dos personas, J. L. B. R. , y C. C. G., con varios días de diferencia, en el interior de sus vehículos y en estado de inconsciencia. A los dos les habían desaparecido todos sus objetos de valor y el dinero que llevaban consigo. El primero de ellos se estrelló con su coche contra varios vehículos. Un informe de la Policía Municipal sobre este suceso reveló que J. L. B. R. se hallaba "en estado inconsciente, dentro de su coche" y que, una vez le fue practicada la prueba de alcoholemia, "dio resultados negativos". J. L. B. R. declaró que le habían sustraído 140.000 pesetas y varias joyas que llevaba consigo y que evaluó en más de 250.000 pesetas. Además, dijo a los policías municipales que no recordaba nada de lo que le había sucedido y que se hallaba en un estado de enorme confusión mental".Al segundo cliente de la prostituta M. C. S. B., según la policía, le llegaron a robar "incluso los zapatos". Al igual que en el primero de los casos, la víctima, en este caso C. C. G., también fue hallada dentro de su vehículo, en estado inconsciente y sin los objetos de valor que llevaba encima. Estos dos casos llevaron a varios funcionarios de la comisaría de Jerez a investigar en el barrio jerezano de Rompechanines, donde ejerce su trabajo la mayor parte de las prostitutas de la citada localidad. Los policías descutirieron que las dos víctimas habían frecuentado a M. C. S. B.

La policía detuvo a los dos sospechosos, que fueron identificados por sus víctimas. Los inspectores encontraron en la casa varios de los objetos robados, y debajo de la cama hallaron varios botellines del narcótico con el que eran drogadas las víctimas de los robos.