Expectación en Roma ante las jornadas dedicadas a la cultura española

El embajador de España en Roma, Jorge de Esteban, presentó ayer a la Prensa el programa de las XI Jornadas de Cultura Española, que se van a celebrar, en la antigua Academia de Bellas Artes, del 1 al 11 de octubre próximos y por las que existe ya una gran expectación en los ambientes culturales de la capital. Música, cine, conferencias y exposiciones son algunas de las actividades del programa.

El motivo de dichas jornadas es conmemorar un hecho importante -el más significativo del embajador político Jorge de Esteban- como es la reestructuración de todas las instituciones culturales españolas en Roma, que habían vivido hasta ahora un cierto letargo o apatía. Baste pensar que, por ejemplo, el Instituto de Cultura, que contaba sólo con una vieja sede en el centro, de Roma capaz de albergar únicamente a 100 estudiantes, hoy disporte de un precioso chalé en el aristocrático barrio de Parioli y desde este año recibirá ya a 1.500 alumnos.Pero la que se ha vestido de nuevo en todos los sentidos es la famosa Academia de Bellas Artes, donde se habían formado tantos de los artistas de hoy y que fue un día presidida por nombres ilustres como Valle-Inclán, el marqués de Lozoya, Casado del Alisal o Rosales. Los trabajos de reajuste de la academia han costado 300 millones de pesetas al Estado. El arquitecto encargado de la reestructuración de la academia ha sido Armando Bueno, un italiano hijo de españoles.

La academia estrena director en estas jornadas. Será una mujer: Trinidad Sánchez Pacheco, actual directora del Museo de Cerámica de Barcelona. En el atrio estará situada desde ahora una exposición permanente de escultura que ha sido inaugurada con una estatua regalo de Berrocal. El hecho de que para ello, haya sido necesario echar abajo el mítico naranjo plantado por Valle-Inclán ha creado algunas polémicas, pero en realidad se trataba, según informó el embajador, de un árbol seco.

La academia cambia cara, director y también nombre y filosofía. No se llamará ya Academia de Bellas Artes a secas, sino Academia de Arqueología, Historia y Bellas Artes. Sus alumnos pasarán de 12 a 30 y no serán sólo aspirantes a pintores o escultores como en el pasado, sino que podrán acogerse a ella becarios costeados por los diversos ministerios relacionados con las ciencias.

La antigua academia pierde así de algún modo su antigua poesía de mítico centro del arte, pero, por otra parte, se hace más funcional y moderna.

En las undécimas jornadas de cultura española, preparadas como festejos, habrá un poco de todo: exposiciones, folclor, conferencias, cine y conciertos, y culminará la noche del día 11 con una fiesta de gala, en el cine central de Roma, Capranica, en el que será proyectada por primera vez en Roma la película El amor brujo, de Carlos Saura.

Dichas jornadas se abrirán el 1 de octubre con la presentación de las exposiciones sobre los dibujos de Federico García Lorca y los manifiestos de la guerra civil española. Entre los actos que más han atraído ya la curiosidad de los romanos figura el homenaje a García Lorca, con espectáculos de música, cante, poesía y danza, ideado por Marina Cepeda Fuentes e Isabel Fernández, en colaboración con la RAI (televisión pública italiana). Actuará también el Trío de Barcelona, con un concierto de música de cámara. La Academia Filarmónica de Roma se exhibirá con cantos de la guerra civil española, dirigidos por el músico español Pablo Colino.