Un incendio destruye el auditorio Manuel de Falla, situado en la Alhambra

Un incendio de grandes proporciones, originado por causas desconocidas, destruyó ayer las dos salas de audición y el escenario del auditorio Manuel de Falla, situado en el recinto de la Alhambra de Granada. El fuego comenzó hacia las 14.30. El mecanismo automático contra incendios, que se pone en funcionamiento cuando se detecta en cualquier parte del edificio cierta temperatura, no funcionó.

El incendio fue dominado tras un trabajo de cinco horas en el que E tomó parte la totalidad del parque u de bomberos de la ciudad. El auditorio, inaugurado en junio de 1978, pasaba por uno de los mejores de Europa en cuanto a calidad de audición. Los daños se calculan en 150 millones de pesetas.Hacia las dos de la tarde, el guarda que vigila el edifico se marchó a comer sin que advirtiera ninguna anormalidad. Poco después, el guarda del vecino Carmen de los Mártires vio cómo saltaba por los aires, debido a la presión de los gases acumulados tras el incendio, la salida de emergencia que da acceso a la sala principal. El foco del incendio se originó en el auditorio propiamente dicho, y por la rápida actuación de los bomberos no se propagó hacia los vestuarios, el salón de exposiciones y las habitaciones de los dos sótanos.

Una inversión de 200 millones

El auditorio Manuel de Falla fue inaugurado en junio de 1978, con un aforo de 1.311 localidades. La construcción del proyecto del arquitecto José María García de Paredes supuso una inversión superior a los 200 millones de pesetas.Minutos antes de que fuera controlado el incendio, los arquitectos municipales no podían predecir el estado de la techumbre, que aún corría peligro de desplomarse. Tres bomberos fueron trasladados al servicio de urgencias del hospital Clínico con síntomas de intoxicación, aunque regresaron al lugar del incendio horas después. Los materiales con que están forradas las butacas y el tejido de la moqueta produjeron peligrosas emanaciones de gas.

La salla de máquinas del auditorio quedó intacta. Tampoco sufrió daños el material de una valiosísima exposición documental dedicada a la generación musical de la República, clausurada el mes pasado y que se guardaba en la cámara acorazada del auditorio. En la exposición se hallaban partituras originales, cinco más autógrafas de García Lorca, fotografías y un sinfín de objetos personales cedidos por los músicos.