Un ex policía nacional amenazó ante TV-3 con matar a su mujer si no se le reintegraba al cuerpo

Antonio Fernández Merón, de 32 años, ex miembro de la Policía Nacional, que causó baja en el cuerpo por "inutilidad física", según informó la Jefatura Superior de Barcelona, fue detenido en la madrugada de ayer en su domicilio, donde, preso de un estado de desequilibrio psíquico, amenazó con matar a la mujer que convivía con él y con suicidarse si no le reintegraban a su puesto. Fernández Merón acusó a los responsables de la Policía Nacional de su situación. "El mando me ha hundido", afirmó en la madrugada del viernes ante las cámaras de TV-3, cuya presencia había exigido. Causó baja en la Policía Nacional después de permanecer algunos meses en la 14ª Compañía de la Reserva General, que tiene su sede en Bilbao.

Antonio Fernández finalizó su período de formación en la escuela de la Policía Nacional en 1979, siendo destinado a Olot. Posteriormente, pasó a la 14ª Compañía de la Reserva General con sede en Bilbao, en donde causó "baja por inutilidad física" a principios de 1980. Durante su estancia en este destino fue víctima de dos atentados en los que murieron algunos de sus compañeros, aunque él resultó ileso. "Los jefes me decían que era yo el que debía haber muerto porque nadie había revolucionado tanto como yo", dijo ante las cámaras. El portavoz oficial de la Jefatura Superior de Policía de Barcelona afirmó ayer que desconocía las causas de la baja de Fernández Merón.Al parecer, durante la tarde anterior al incidente, Fernández había recibido la noticia de que no podría reingresar en el cuerpo.

Alrededor de la una de la madrugada del viernes, el ex policía nacional hirió en el cuello al padre de la mujer que convivía con él. Cuando llegó la policía, Fernández amenazó con matar a la mujer y suicidarse después si no se le reintegraba a su puesto. Y exigió efectuar unas declaraciones ante TV-3. La televisión autonómica filmó la escalofriante escena en la que Fernández mantenía junto al cuello de la mujer un enorme cuchillo. Cuando depuso su actitud, Fernández Merón fue trasladado al Instituto Frenopático de Barcelona.