España ha pasado sufrimiento y esperanza, según el director

"Conozco a la familia real", dice Rostropovich, que se encuentra en Madrid ensayando su próximo concierto con la Orquesta de la RTVE, "desde antes que yo dejase Rusia y ellos fueran reyes. Cuando esto último ocurrió, mi mujer y yo seguimos la ceremonia por televisión desde Estados Unidos. Durante mi última visita a España, en 1982, sugerí la realización de un concierto de homenaje en su décimo aniversario, y afortunadamente se ha podido llevar a a cabo".Para la ocasión, ha escogido personalmente el programa. "Pedí una obra escrita especialmente para la ocasión, y RTVE se la encargó a Montsalvatge, quien ha compuesto una Fanfarria para la alegría de la paz. Tenía interés en dirigir la Quinta sinfonía de Shostakovich, ya que su música contiene por igual su sufrimiento y esperanza. Creo que este aniversario es un buen momento para recordar ambos sentimientos, por los que España ha pasado políticamente. El concierto de Haydn que tocaré es el menos popular de los de su autor, pero el que considero más perfecto y el que más me gusta; el otro, aunque sea más conocido, si realmente lo llegó a escribir Haydn, lo hizo cuando estaba descansando".

Sólo ocasionalmente, una o dos veces al año, Rostropovich combina sus actividades de solista y director en un concierto, tal y como hará en Madrid, donde además empleará el mejor de todos sus violonchelos. "Es un Stradivarius construido en 1711 y en el que, en presencia de Beethoven, se estrenaron las tres primeras Sonatas y el trío Archiduque; además, en cierta ocasión, después de un concierto en las Tullerías, Napoleón acudió a saludar a los artistas, y quiso tocarlo, con tan mala fortuna que, al resbalársele, le clavó las espuelas y le hizo una marca todavía visible. Su propietario entonces no se lo perdonó. Yo ya lo he hecho".