España y el Sáhara

Este diario ha publicado unos comentarios de Agustín García Calvo y el padre Llanos sobre el asunto saharaui que me parecen demagógicos. En ambos casos se ha pretendido juzgar por parámetros y coordenadas de final del siglo XX la actuación de España en la ocupación del Sáhara en el pasado siglo, lo que equivale a si juzgáramos ahora la invasión de los romanos, godos y árabes en un contexto histórico actual.No cabe duda alguna de que Hassan jugó sus ea mento oportuno, con Franco agonizando y Juan Carlos iniciando su reinado en un contexto de contestación y menosprecio de los partidos políticos en el exilio, oyéndose frases como las pronunciadas por Santiago Carrillo, irrepetibles en la actualidad y que con toda seguridad compartían todos los comunistas españoles en aquellos tiempos, entre los que se encontraba el padreLlanos. ¿Podía el Rey hipotecar el futuro de España por defender intereses políticos de otras naciones? Creo que no, y la historia lo ha demostrado. ¿Qué habría sucedido si la marcha verde hubiera intentado pasar la línea de demarcación? ¿Qué habría pasado si hubiera habido un disparo y se hubiera derramado sangre humana? Ni todo el Sáhara merecía en aquellos momentos, así como tampoco ahora, que se derramara una sola gota de sangre española, porque había en juego cosas que nos eran más trascendentales, como la democracia, la Constitución y las libertades, sin las que ahora ni Calvo ni Llanos podrían hablar como lo hacen.

El padre Llanos califica a nuestros pescadores de "piratas", y a los saharauis, de humanitarios por haber recogido a sus víctimas. ¡Por favor! Aun suponiendo que los pescadores faenaran ilegalmente, no se justificaba ni el ametrallamiento ni el asesinato. Por eso, la actitud del Gobierno español ha sido correcta: no puede gozar de la protección y amistad de España quien sin justificación alguna ataca a sus gentes y declara que seguirá atacándolas.-