Contradictorias versiones en torno a la fecha del debate sobre 'el estado de la nación'

El vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, calificó en La Coruña de "tontería" la información publicada ayer por un diario de Madrid en la que se destacaba que el Gobierno aplazará hasta febrero del año que viene la celebración del debate sobre el estado de la nación, que en los dos últimos años se ha celebrado al reanudarse la actividad parlamentaria tras las vacaciones estivales. El número dos del PSOE descalificó la noticia sin extenderse en más comentarios. Mientras, el presidente del Congreso de los diputados, Gregorio Peces-Barba, aseguró a EL PAIS desconocer, tanto oficial como personalmente, la posible intención dilatoria del Gabinete en tomo a dicho debate, en medios del PSOE se afirma que es muy probable que se produzca el controvertido aplazamiento.Interrogado por nuestro corresponsal en Santiago de Compostela sobre la afirmación de José Antonio Segurado, presidente del Partido Liberal, de que la Coalición Popular se está preparando para una convocatoria de elecciones anticipadas en la primavera próxima, el vicepresidente del Gobierno recomendó a Alianza Popular "que trabaje para 1990, porque el próximo año da la impresión de que va a tener poca cancha". "Cuando dicen saber la fecha de las elecciones", agregó refiriéndose a los dirigentes de la Coalición Popular, "deben estar un poco embriagados, porque la Constitución atribuye la facultad de disolver las Cortes al presidente del Gobierno y, por el momento, sólo él sabe cuándo ejercerá esa facultad".

Tesis verosímil

En contraste con su rotunda descalificación de un aplazamiento gubernamental del debate parlamentario sobre el estado de la nación, algunas fuentes del PSOE consideraron muy verosímil el que Felipe González retrase la convocatoria de dicho debate. El motivo aducido en el partido del Gobierno es el carácter prioritario de la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado para 1986, cuya discusión suele ir acompañada de una polémica política de fondo. Según las mismas fuentes, antes del repaso global de los problemas del Estado debería celebrarse el debate sobre la OTAN.

Por su parte, el presidente del Congreso de los Diputados aseguró a este periódico que no tenía conocimiento, tanto por cauces oficiales como privados, del posible aplazamiento gubernamental del examen parlamentario de la política global del Gobierno. Peces-Barba se limitó a recordar el acuerdo tomado en Tordesillas el pasado 9 de julio por la Junta de Portavoces del Congreso de los diputados para que el debate sobre el estado de la nación se realizase en la última semana de septiembre o en la primera quincena de octubre.