La elección presidencial de ayer en Irán confirmará a Jamenei

El ayatollah Ruhollah Jomeini, guía espiritual de Irán, dio ayer el ejemplo votando en el jardín de su residencia minutos después de la apertura, a las siete de la mañana (5.30, hora peninsular española), de las elecciones presidenciales, que el régimen islámico de Teherán pretende transformar en un acto de apoyo masivo a su política.

El resultado de los cuartos comicios celebrados en la República islámica ofrece, en efecto, pocas dudas. Es de prever que el actual presidente, Al¡ Jamenei, de 46 años de edad, será reelegido por un segundo y último mandato de cuatro años. Aspiran, no obstante, a sucederle dos rivales: el teólogo-jurista Sayed Mahmud Mustafavi y el ex ministro de Comercio Habib Asgar-Owladi. Jamenei cosechó en 1981 el 95% de los sufragios.

Aunque tiene un carácter secundario, el veredicto de los 23 millones de iraníes invitados a acudir a las urnas -la mayoría de edad ha sido rebájada a los 16 años- -sólo será conocido dentro de varios días. Ni siquiera se pudieron obtener ayer, tras el cierre de los colegios, cifras fidedignas sobre la participación, el verdadero objetivo del régimen islámico, porque los censos electorales. no han sido puestos al día o incluso, en muchos lugares, no han sido elaborados.

Decenas de miles de guardianes de la revolución, fuertemente armados, custodiaron las 24.000 mezquitas y edificios públicos convertidos en colegios -ante los cuales se formaron colas, para el regocijo de las autoridades-, en previsión de atentados de la organización izquierdista. clandestina Muyahidin Jalq, que no se produjeron.

[En España fueron dispuestos tres colegios electorales -en Madrid, Barcelona y Málaga- para que pudieran votar los 2.000 iraníes residentes en el país].