La candidatura de 'Camila' , desde el Festival de Cine de Miami

DIEGO GALÁN ENVIADO ESPECIAL Camila, de María Luisa Bemberg, coproducción hispano-argentina interpretada por Imanol Arias y Susu Pecoraro, con fotografía de Fernando Arribas, se presentó en el actual festival de Miami anteayer, pocas horas antes de que fuera seleccionada como una de las cinco finalistas al Oscar de Hollywood a la mejor película de habla no inglesa. El tan discutible filme de José Luis Garci, Sesión continua, junto al israelí Detrás de los muros, el suizo Movimientos peligrosos y el soviético War time romance optan en igualdad de condiciones.

Camila ha sido el filme de mayor éxito en Argentina durante el último año. Los críticos locales valoraron el esfuerzo de producción que supone localizar su acción dramática a mediados del pasado siglo y el preciosismo con que María Luisa Bemberg orientó el conjunto del filme (la crisis económica argentina no favorece películas de tan cuidada reconstrucción histórica).

En el festival de Miami, sin embargo, se ha destacado más el tratamiento lacrimógeno de sus situaciones, coincidente con su vejez narrativa. Filme que no elude lo obvio ni se resiste a la tentación de folletín, motivó frecuentes comentarios negativos entre los asistentes más jóvenes. Al decir incluso de un cineasta, Camila puede reunir cuanto desde una óptica actual puede desinteresar en el cine: sentimentalismo, cierto acartonamiento y no escasa pretenciosidad. Pero ya se sabe que los designios de Hollywood son con desdichada frecuencia muy disparatados.

En cualquier caso, Camila es un producto de correcta factura excelentemente interpretado por sus protagonistas. Otros filmes españoles presentados en el ámbito del festival de Miami han sido Tasio, calurosamente acogido por la crítica; Epílogo, con menor repercusión, y El cochecito, uno de los filmes que Marco Ferreri rodó en España el mismo año de Viridiana (1961) y lanzado ahora en Estados Unidos, donde el director es casi exclusivamente conocido por La grande bouffe.

"He rodado 22 películas más", declaró Ferreri con esa suerte de divertida agresividad que caracteriza sus intervenciones públicas . "No es una película inspirada solamente en situaciones españolas, sino en las de cualquier otro país. No trata del egoísmo: yo no sé qué es eso. Los personajes de El cochecito tienen sus razones para actuar así".