Un nuevo paso fronterizo

Agradecería sinceramente la publicación de esta carta, si sirviera para darnos cuenta, una vez más, que este país, tan orgulloso y engreído de puertas adentro, siempre es demasiado dócil hacia el exterior. Impresión que me produce la acogida de las autoridades y algunos sectores sociales (¿cuántos?) a la propuesta francesa de abrir un nuevo paso fronterizo, mediante un túnel de gran densidad circulatoria, a través del Pirineo aragonés.No hace falta ser demasiado experto para intuir las formidables repercusiones que dicho proyecto acarrearía para todo el medio ambiente de dicha zona, máxime si tenemos en cuenta que en España hay pocos parques nacionales, uno de los cuales, el de Ordesa, se encuentra a dos pasos de los parajes afectados por las posibles obras. Y como resulta que a los franceses no les son cómodos por razones de diversa índole los pasos fronterizos vascos (léase, entre otras, "sentimientos antifranceses"), buscan las entradas por zonas menos conflictivas; pero creo, francamente, que no favorecen del todo a los españoles. Todavía no hemos conseguido el equilibrio necesario para calibrar progreso por progreso e intereses económicos frente a las necesidades de conservación del medio ambiente. Y si junto a ello se añade en este caso concreto que los franceses ¡nos proponen algo a los españoles!, se nos acaba de caer la baba del todo. En España hemos podido comprobar reite-