'La comida en la hierba', triste adiós a Jean Renoir

Para concluir el ciclo dedicado a Jean Renoir se ofrece esta noche una película que sintetiza buena parte de su sensibilidad. El amor por la vida contemplado desde la ironía deriva en una sencilla estampa -una reunión familiar, un paisaje, un cuadro -. En esta pequeña obra maestra el director insinúa más que muestra, sintetiza, esboza. Nunca utiliza un subrayado, una evidencia.El cine de humor tiende hoy al astracán, aunque ya en 1959, fecha de La comida en la hierba, era una tentación- frecuente. Renoir, no obstante, se mantuvo fiel a-la clave de la sugerencia. Los conflictos morales de sus personajes se exponen en toda su amplitud pero sin que el espectador tenga que optar entre la bondad y la maldad, lo justo o lo injusto sin que, en definitiva, acepte como válido el maniqueísmo de la mayoría de las películas que sueñan con demostrar algo.

El divertido problema del profesor Alexis, ilustre biólogo empeñado en mostrar los avances de la inseminación artificial cuando él mismo acepta feliz la posibilidad de la inseminación directa es, en el fondo, el retrato de un sin número de personajes que no sólo kenoir encontró en su vida.

Trapisondistas y ambiciosos, aprovechan cualquier excusa para alcanzar un puestecito en el inmenso mundo de los trepadores. Renuncian a sus propios deseos por obtener la fingida admiración o el escaso poder que, a la

larga, los poderosos acaban con cediéndole.Invitación a la naturalezaEl alegre clima del verano, los baños desnudos, esos obreros en vacaciones, el cristianismo idealista del cura del pueblo, las bodas por interés, la fría concepción que de la vida tiene la ciencia, son elementos que Renoir conjuga con maestría invitando a un entendimiento natural de la vida. El profesor Alexis saldrá felizmente de su catacumba de enunciados, no por novedosos menos ajenos, cuando acepte en su carne los estímulos que le son propios.

En cualquier caso, la delicia de Le dejeuner sur l'herbe se desprende de la coyuntura histórica de 1959. El clima que Reribir encuentra en su filmación (tan similar, por otra parte, a Un día de campo y tan lejanamente imitado por Bertrand Tavernier en la recientemente estrenada Un domingo en el campo) trata, según escribió Andrés Bazin, "del despertar de la sensibilidad a la naturaleza y de la emoción que de ello resulta. Es una película impresionista que nos sumerge en las sensaciones que produce el contacto con la naturaleza ( ... ) Es Una película que sacrifica todo a la moral del placer y la alegría".

La comida en la hierba se emite hoy a las 22.05 por TVE2.