Los fallos del día de la Constitución

Me parece chocante que una parte de este país dejase de funcionar precisamente para celebrar el día de la Constitución. Esa fecha, festiva en los organismos oficiales, produjo perjuicios para el resto de los españoles. Por ejemplo, me parece grave que ese día hicieran fiesta los funcionarios de las aduanas cuando trabajaba el resto del comercio. Eso motivó dificultades para las empresas importadoras, exportadoras y de transportes internacionales, y ocasionó la retención de centenares de vehículos en las aduanas. Dadas las peculiaridades del transporte internacional, muchas de las exportaciones previstas y no hechas, luego ya no pudieron realizarse al día siguiente.Esa forma de entender el día de la Constitución convierte a la fecha, paradójicamente, en una fiesta franquista, en el sentido que mantiene una de las características de ese régimen: la división entre administradores y administrados, reflejada nítidamente en los puertos españoles, donde los trabajadores descargaban y cargaban mercancías pero éstas no se despachaban porque los funcionarios hacían fiesta.-