Los refugiados en la Embajada de la RFA complican la visita de Genscher a Checoslovaquia

La presencia en la Embajada de la República Federal de Alemania (RFA) en Praga de unos 70 refugiados de la República Democrática Alemana (RDA), 40 de los cuales se encuentran en huelga de hambre para conseguir su emigración a Occidente, empaña la visita de tres días a Checoslovaquia del ministro de Asuntos Exteriores de la RFA, el liberal Hans-Dietrich Genscher.

Casi un mes después de su anula da visita a Polonia, Genscher inició ayer un viaje oficial a Checoslovaquia. En esta ocasión, para evitar una situación embarazosa, Genscher evitó llevar periodistas en su avión. Uno de los motivos para anular a última hora la visita a Polonia fue la negativa de las autoridades de Varsovia a conceder un visado de entrada a un periodista del diario derechista de Bonn Die Welt. Tampoco esta vez recibió visado el mismo periodista pero Genscher se ha librado del conflicto con el truco de que los periodistas no viajan en su avión y lo hacen por su cuenta, sin formar parte de la delegación oficial. De esta forma, Genscher salva sólo a medias la cara, tras la firmeza mostrada en el caso del visado hace un mes, con motivo del viaje a Polonia.El elemento que enturbia sobre todos el viaje de Genscher es la presencia en la Embajada de la RFA en Praga, desde hace ya más de tres meses, de 70 ciudadanos de la RDA, que tratan por ese camino ilegal de conseguir el permiso de emigrar legalmente. Entre los refugiados reina ya cierta desesperación, como se pone de manifiesto con la huelga de hambre iniciada por 40 de ellos. La televisión de la RFA mostró el pasado lunes escenas de niños que jugaban en el patio nevado de la Embajada en Praga.

El Gobierno checoslovaco mantiene la posición de que el caso es un asunto entre la RFA y la RDA. La posición de Berlín Este es categórica: los refugiados podrán regresar a la RDA sin que sufran una persecución penal por su intento de huida y podrán presentar solicitud legal de emigración, pero no reciben ninguna garantía de que puedan abandonar su país en dirección a Occidente. Esta posición la recalcó tajantemente en la televisión de la RFA el comisionado del Gobierno de la RDA para asuntos humanitarios, el abogado Wolfgang Vogel, un hombre que goza de la confianza personal del máximo dirigente germanooriental, Erich Honecker.

El clima reinante entre Bonn y Praga está enturbiado por las repetidas campañas de la Prensa checoslovaca contra el revanchismo de la RFA. Ayer, el ministro de Exteriores, Bohuslav Chnoupek. hizo mención del problema. En su discurso, Genscher no dejó de lado ninguno de los temas latentes y mencionó "el respeto de los derechos humanos y la solución de problemas humanitarios", referencia clara a la situación de los refugiados en la Embajada. También dijo el ministro de la RFA que es necesario encontrar un lenguaje adecuado que favorezca la reconciliación verdadera, con lo que Genscher replicó a las acusaciones de revanchismo.