Un túnel hacia los Pirineos

El túnel del Cadí, que será inaugurado próximamente por el Rey, une las comarcas catalanas de la Cerdanya y el Berguedà, separadas hasta ahora por la barrera natural de la sierra del Cadí. La empresa encargada de realizar la perforación -Túnel del Cadí, Concesionaria del Estado, SA- cuenta entre sus accionistas mayoritarios a las principales cajas de ahorro catalanas y en su capital participa también la Generalitat, que a finales de 1983 subscribió un 10% de la ampliación, 280 millones de pesetas. Se calcula que el coste total de la obra ha sido de unos 14.000 millones de pesetas y está previsto establecer un peaje inicial de 380 pesetas. El plazo de la concesión alcanza hasta el año 2019.La sociedad constructora del túnel se constituyó el 26 de junio de 1968, bajo el nombre Promociones Pirenaicas, SA. En 1981 cambió su nombre por el actual y las obras del túnel del Cadí se iniciaron el 1 de octubre de 1981 por la boca norte. Hasta el pasado 13 de enero no se unieron las dos bocas del túnel -de un total de 5.000 metros-, en una ceremonia en la que participaron autoridades de Cataluña, Andorra y Francia. La triple representación se explica porque el túnel forma parte de un nuevo eje para unir España con Francia y Andorra. En el caso de que Francia cumpliera su proyecto de perforar el túnel de Puymorens, se crearía un nuevo eje Barcelona-Toulouse que uniría Francia y España por los Pirineos. Se prevé un tráfico por el túnel del Cadí, para el año 1985, de 11.913 vehículos diarios.

Túnel del Cadí está presidida por Eusebio Díaz-Morera. Durante unos meses del año 1982, Díaz-Morera presidió el Consejo de Administración de Banca Catalana, intentando llevar a cabo la reflotación de la entidad, tras el estallido de la crisis. Su sucesor en la presidencia de Catalana fue el entonces secretario general del Fondo de Garantía de Depósitos, Juan Antonio Ruiz de Alda.