La dotación de la enfermería es responsabilidad del empresario

El Nuevo Reglamento de Espectáculos Taurinos fue elaborado en 1962 por el entonces Ministerio de la Gobernación. Consta de 138 artículos que rigen todos los aspectos de la fiesta brava. Según el artículo 29, "corresponde a la Empresa dotar a las enfermerías de las condiciones y medios de curación que se definen en los artículos anteriores, así como a la reposición del material gastado e inutilizado".El Reglamento divide las enfermerías en tres categorías según el tipo de festejo celebrado. La enfermería de Pozoblanco es de segunda categoría y ha de contar, entre otras cosas, con "un alumbrado supletorio para poder operar en los momentos en que no haya luz' eléctrica" y "un stock de sangre de 1.000 c. c. e igual cantidad de plasma".

Formarán los equipos médicos de estas enfermerías un cirujano jefe, un cirujano ayudante, un médico ayudante de mano, un médico transfusor, un médico anestesiólogo, un practicante y un mozo de quirófano. "Cuando ocurra un accidente desgraciado en la lidia, el delegado de la Autoridad gubernativa dispondrá que por los Agentes a sus órdenes se establezca el conveniente servicio, en evitación de que el público se estacione en los alrededores y en las puertas e impedirá la entrada a la enfermería", establece el artículo 30. "Si la actuación profesional del jefe del servicio de una determinada enfermería diera lugar a quejas o reclamaciones, éstas se harán al Montepío de Toreros, el que, si las estima de importancia, solicitará que tres médicos..."

Una de las ediciones más populares del vigente Reglamento es la comentada por el prestigioso autor taurino Edmundo G. Acebal. "No veo la necesidad de que las enfermerías respondan a la categoría de las plazas", ha escrito, por cuanto que los toros, al coger y herir, no tienen en cuenta aquella condición. Creo que bastaría con imponer la mejor instalación y el más completo acondicionamiento de todas ellas".

'A lo largo de los años se han redactado muchos nuevos reglamentos, y actualmente se está preparando otro más. Pero pocos aficionados toman en serio estas iniciativas: más que un reglamento nuevo, opinan, hace falta uno que se cumpla.