Detenidas en Sevilla dos personas durante el entierro del 'grapo' Juan García Rueda

El entierro en Sevilla de Juan García Rueda, el Juanini, miembro, de los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO) muerto en La Coruña el pasado miércoles en un enfrentamiento con la policía, transcurrió en medio de una fuerte tensión, salpicada de gritos contra la policía y cantos de La Internacional. Dos de los asistentes al entierro fueron detenidos por intentar colocar sobre el féretro una bandera republicana, y al término de la ceremonia, cuatro de los hermanos del fallecido fueror conducidos a la Jefatura Superior de Policía para prestar declaración por presunta manipulación del cadáver.

Otras 10 personas fueron detenidas la víspera, de las que sólo tres habían sido puestas en libertad anoche. Los familiares de el Juanini abrieron el féretro en la mañana de ayer para comprobar, según indicaron, que el cuerpo no tenía ningún disparo en la parte delantera. La familia ha entregado un poder a un abogado para que presente querella contra la policía si estima que hay razones para ello.Antonio García Rueda, hermano de el Juanini, y Agustín Vázquez Ramírez, cuñado, fueron los familiares que se desplazaron a La Coruña para hacerse cargo del cadáver. Según manifestaron a este periódico, el titular del Juzgado de Guardia número 2 de La Coruña, en cuyo depósito estaba el cuerpo, les informó de que había cuatro o cinco disparos en la parte frontal del cadáver. Cuando vieron el cadáver, comprobaron que todos los disparos le habían llegado por la espalda: uno, en la nuca; otro, en el omóplato izquierdo, y los otros dos, en la parte alta de las piernas. Ante ello, solicitaron del juez una copia de la autopsia, que les fue denegada con la explicación de que tendrán que pedirla en Madrid. A última hora de la tarde del jueves familiares y amigos de García Rueda instalaron en el polígono de San Pablo una mesa para realizar una cuestación a fin de pagar las 200.000 pesetas del transporte y entierro. Cuando, según fuentes de la familia, se habían recaudado unas 30.000 pesetas, la policía bloqueó la mesa, en la que, según fuentes oficiales, había un cartel con la leyenda "Policía, asesina", y detuvo a 10 personas.

El entierro se realizó en medio de una gran tensión. El féretro fue sacado, hacia las dos de la tarde, a hombros de amigos y familiares y entre una fuerte salva de aplausos.

En el cementerio, donde había numerosos efectivos policiales, se produjeron las detenciones de Concepción Cruz, de la Asociación de Familiares y Amigos de Presos Políticos (AFAPP), de Cádiz, por intentar colocar sobre el féretro una bandera republicana, y de Ramón Rico, que intentó evitar que se la llevaran. Una vez que fue enterrado el féretro, se produjo un tenso retorno. Cuando el cortejo llegó a la salida del cementeno, cuatro de los hermanos -Francisco, Antonio, Manuel y Ángel- fueron requeridos por la policía para acompañarles a la Jefatura, a fin de que les fuera tomada declaración por la apertura del féretro. Los cuatro hermanos, tras prestar declaración, fueron puestos en libertad.