Geraldine Ferraro, más cerca de ser candidata a la vicepresidencia de EE UU

Walter Mondale, virtual candidato demócrata a las elecciones presidenciales norteamericanas del próximo 6 de noviembre, aseguró el pasado lunes, tras mantener una entrevista con Geraldine Ferraro, de 48 años, que considera a la congresista de Nueva York como perfectamente cualificada y con posibilidades de ser candidata a la vicepresidencia. No obstante, las encuestas de opinión muestran que el boleto que más posibilidades tendría de vencer al actual inquilino de la Casa Blanca, el republicano Ronald Reagan, sería el formado por Mondale y el hombre que ha sido su principal enemigo durante las elecciones primarias y caucuses de los últimos meses, el senador por Colorado Gary Hart.

La entrevista de Mondale con Ferraro se celebró en la casa, que el ex vicepresidente con Jimmy Carter tiene en las afueras de Minneapolis, y es considerada como una respuesta clara a las presiones para que la candidatura demócrata incluya a una mujer.La principal organización feminista de Estados Unidos, la Organización Nacional para Mujeres (NOW), adoptó el pasado domingo, en su convención anual, una resolución en la que se afirmaba que, si es necesario, luchará en la convención de San Francisco, a celebrar del 16 al 19 de julio, para conseguir la designación de una mujer.

Reagan, favorito

Mondale, nada deseoso de hacer frente a una revuelta feminista, está concediendo una gran atención, al menos a nivel de contactos, a las posibles candidatas. Además de con Ferraro, se ha entrevistado ya con la alcaldesa de San Francisco, Dianne Feinstein, y está previsto que lo haga con la gobernadora de Kentucky, Layne Collins.Los últimos sondeos de opinión, realizados por el Instituto Gallup, dan hoy una confortable proyección de triunfo -con un margen de 19 puntos- a Reagan frente a Mondale. Que el actual presidente intentará mantener esta ventaja queda reflejado en su flexibilidad respecto a las conversaciones para la desmilitarización del espacio propuestas por los soviéticos, su lucha por sostener la recuperación de la economía norteamericana y la realización de una serie de viajes preelectorales por todo el país, como el que ahora le lleva a Daytona Beach (Florida), Huntsville (Alabama), Detroit (Michigan) y San Antonio (Tejas), antes de regresar a Washington el próximo viernes.

Después de haber recibido el apoyo del senador Edward Kennedy, Mondale hace desfilar por su residencia de Minneapolis desde alcaldes de la minoría negra, como Tom Bradley, de Los Angeles, hasta líderes de la minoría hispana, como Henry Cisneros, alcalde de San Antonio.

Pero los responsables estatales del partido insisten en que sólo hay dos personajes idóneos para acompañar a Mondale: Gary Hart y Geraldine Ferraro.

Hart guarda un sepulcral silencio sobre la posibilidad de hacer o no equipo presidencial con Walter Mondale. Ferraro no oculta sus inclinaciones para ir a tal cargo, cuya propuesta depende, en última instancia, de la opción que decida Mondale durante la convención nacional de San Francisco.

Ferraro cuenta, además de con el apoyo de las organizaciones feministas americanas, con el prestigio de una intensa actividad política en el Congreso y el visto bueno de influyentes personalidades demócratas tan influyentes como el líder de la mayoría demócrata en la Cámara, Thomas (Tip) O'Neil, y el gobernador del Estado de Nueva York, Mario Cuomo.