Cerca de 100.000 personas se manifiestan en Buenos Aires contra las presiones del Fondo Monetario Internacional
Entre 70.000 y 100.000 personas asistieron el viernes por la noche en Buenos Aires a la llamada Marcha contra la dependencia, la oligarquía, el imperialismo, la patria financiera y las presiones del Fondo Monetario Internacional, convocada por el Movimiento de Juventudes Políticas, que integran los partidos mayoritarios.Una enorme pancarta con la consigna "Unión nacional contra la usura internacional" y dos dirigentes juveniles por cada uno de los 10 partidos políticos integrantes del movimiento precedían a la extensa columna que inició la marcha desde la avenida del 9 de julio hasta la plaza frente al edificio del Congreso Nacional.
Pese al disgusto que la convocatoria provocó en algunos sectores del Gobierno que no deseaban una manifestación masiva de repudio en momentos en los que se están decidiendo los términos del acuerdo con el FMI, participaron de ella dirigentes notables de los distintos partidos.
El primer grupo de manifestantes pertenecía a la Unión Cívica Radical y lo encabezaban el presidente del bloque de diputados, César Aroslaski, y el doctor Hipólito Solari Yrigoyen, embajador itinerante del Gobierno argentino. Los más destacados dirigentes de las distintas líneas políticas del peronismo, entre los que estaban el diputado Miguel Unamuno, el gremialista Raimundo Ongaro, el senador Vicente Saadi y el ex ministro Antonio Caciero, marchaban en la primera fila de la numerosa columna, unida bajo las banderas de la Juventud Peronista.
En un documento conjunto que fue leído antes de que la concentración se disolviera sin incidentes, las Juventudes Políticas hicieron expreso su "rechazo a las presiones del FMI para hacer recaer la crisis sobre las espaldas de los pueblos de América Latina", y reiteraron que la deuda externa debe ser pagada sólo en su parte legítima, "y ello deben hacerlo la patria financiera, la oligarquía y las multinacionales". La multitud interrumpió varias veces la lectura de la declaración con estribillos que decían "llamen al FMI, para que vea que este pueblo no cambia de ideas, levanta banderas de unión nacional" y en otro momento "duro, duro, duro, ahora la deuda se la meten en el culo".
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