Tauromaquia, 'mon amour'

Enamorados andan los nimeños con esta tauromaquia que invade la ciudad. No es de extrañar pues, que ayer aguantaran la ausencia, forzosa, de Ojeda, sino que atraidos por un revolucionario cartel -que encabezaba Curro Romero- y que suplía la baja del salunqueño se volcaron aún más en la taquilla. El lleno fue total.Salió Curro Romero con el mismo vestido con que triunfara en Sevilla. Pero el maestro, una vez más, tampoco estaba por la labor. Rafael de Paula no fue menos, en bajo rendimiento. Salía entonces Curro Vázquez, otro diestro de los de arte, hasta los franceses lo dicen, y para no desentonar de los anteriores, no hizo más que dar pasito atrás cuando de realizar verónicas se trataba y Manzanares se llevó una oreja que a todos sorprendió.

A Nimeño II le correspondió uno de los toros más aceptables; pues tenía recorrido. El interés de los primeros momentos poco duró a raíz de los constantes enganchones en la faena de muleta y tan solo con la vuelta al ruedo le obsequiaron sus paisanos.

Lo mejor de la tarde se reservaba para el final y tuvieron que ser Emilio Muñoz -cortó una oreja- y Curro Caro quienes hicieran lo más torero. Ambos estuvieron excelentes.