España no se suma a la condena de la URSS aprobada por la OTAN

España no suscribió el párrafo más crítico hacia la Unión Soviética de la Declaración de Washington, documento sobre las relaciones Este-Oeste firmado ayer en las cercanías de Washington por los ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN al término de la reunión de primavera del Consejo Atlántico. Al mismo tiempo, como es habitual desde la entrada española en la organización, hace dos años, la representación del Gobierno de Madrid, presidida por Fernando Morán, no se adhirió a la declaración ordinaria del Consejo Atlántico, al no estar completada su integración en la estructura militar.

España reservó su posición (al igual que Grecia) en un artículo, el cuarto, en el que se critica a Moscú por su carrera armamentista, la explotación de las debilidades de la OTAN, la campaña para intentar romper la solidaridad de los países de la Alianza Atlántica y el recurso a la fuerza, como en el caso de la invasión de Afganistán, informa desde Washington Ramón Vilaró. En el artículo citado se subraya que Moscú se ha dedicado a un "reforzamiento masivo de su potencial militar, del que resulta una amenaza permanente para la Alianza y los intereses vitales occidentales".España no expresó, sin embargo, ninguna reserva al apartado en el que se defendía la instalación de los misiles Pershing 2 y de crucero en Europa occidental, por considerar que sólo afecta a los países en los que se hace el despliegue, según informaron fuentes diplomáticas españolas.

La Declaración de Washington reafirma la intención de la Alianza Atlántica de reforzar su potencial militar, al tiempo que reitera la petición a la URSS de volver a la mesa negociadora de Ginebra, en el doble frente de euromisiles (INF) y reducción de armas estratégicas (START).

En el texto se recuerda que, a pesar de la tensa situación actual, hay "puntos de convergencia" entre el Este y el Oeste, como el "interés común por preservar la paz", y se citan los esfuerzos de la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE) en este sentido. Asimismo se reconoce la "necesidad de consultas" en caso de conflicto en zonas de interés para la OTAN, única referencia, y muy velada, a la situación en el golfo Pérsico.

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