El mantenimiento de la huelga enfrenta a los mineros británicos

El Primero de Mayo, que no es día festivo, en el Reino Unido, coincide este año con una caliente situación laboral. Ayer se produjeron violentos enfrentamientos entre mineros partidarios de mantener la huelga, que ha entrado en su octava semana, y los que desean reincoporarse al trabajo. Para los próximos días se prepara también una huelga de maestros, cuyos líderes sindicales rechazaron ayer la oferta del 4,5% de incremento salarial.El desarrollo de la huelga del carbón, convocada oficialmente por el sindicato nacional, pese a no haberse celebrado una votación previa entre los interesados, ha empezado a afectar seriamente a varias plantas siderúrgicas. En la de Revenscraig sólo llegaron esta semana siete de los 10 convoyes que necesita la planta para funcionar. Los representantes de los trabajadores intentan negociar con los líderes mineros para garantizar el suministro porque temen que un cierre momentáneo de la siderurgia por falta de combustible sirva como pretexto para un cierre definitivo. Según la patronal, si el boicoteo se mantiene dos semanas más, 4.000 puestos de trabajo estarán en peligro.

La situación dentro del Sindicato Minero parece haberse deteriorado en las últimas horas. Ayer se registraron enfrentamientos violentos en Mansfield. Piquetes llegados de Nottinghainshire intentaron influir en una reunión del sindicato local, originándose una batalla con los mineros de la zona, partidarios de reincorporarse. La policía, que vigila masivamente desde hace cinco semartas la entrada a los pozos, practicó numerosas detenciones, al igual que ocurrió en las minas próximas a Sutton-in-Ashfield.

El presidente del sindicato nacional, Arthur Scargill, radical, se ha vuelto a negar a participar en ilegociaciones con la patronal, siempre que ésta no retire su plan de reestructuración del sector, que supone la supresión de 20.000 puestos de trabajo. El presidente de la patronal, Ian McGregor, había suavizado últimanlente su posición, ofreciendo un nuevo plazo de tres años para la puesta en marcha de dicho plan.

El panorama laboral se complica con el anuncio de una huelga de los 440.000 maestros de Gales e Inglaterra, que, han rechazado la oferta salarial de la patronal de forma unánime, aunque los maestros de Escocia la habían aceptado pocos días antes.