Remedios Rodríguez,
profesora agregada del Instituto Femenino de Lugo, presentó una moción en su centro para que el claustro de profesores anulara la norma vigente que obliga a las 1.500 alumnas del instituto a entrar por una sola puerta de las dos existentes, mientras que la otra queda reservada a profesores. Su sorpresa fue grande al comprobar que sólo 32 profesores apoyaron su moción, mientras que 42 votaron a favor de que se siguiera manteniendo la discriminación en el acceso al centro. Amargamente, comentó: "Hasta ahora me negaba a reconocer que trabajo en un instituto tercermundista, pero tengo que rendirme ante la evidencia".
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