Una manifestación de 30.000 personas exige mayor libertad y democracia en Honduras

Organizaciones sindicales y profesíonales de izquierda reunieron el pasado jueves en Tegucigalpa, a menos de una semana del derrocamiento del jefe de las fuerzas armadas, general Gustavo Álvarez, la mayor manifestación de los últimos 10 años, a juicio de observadores políticos.Convocadas por la Federación Unitaria de Trabajadores y la Central General de Trabajadores, colegios profesionales, asociaciones y frentes estudiantiles, unas 30.000 personas desfilaron por la capital hondureña en demanda de "mayor libertad, cese de la represión, moderación en los conflictos laborales, más justicia, aparición de líderes desaparecidos, menos burocracia, más democracia y reducción de los impuestos".

En algunas de las pancartas se podían leer frases contra el general Alvarez, al que acusaban de la represión y de las personas desaparecidas en Honduras en los últimos 24 meses.

Fuerzas del ejército, que no llegaron a intervenir, vigilaron las principales calles de Tegucigalpa y los centros de comunicación. Al pasar frente a los soldados, los manifestantes gritaron: "Soldados explotados, revelaos".

La manifestación se celebró apenás unas horas después de haber tomado posesión en el Congreso como nuevo comandante en jefe de las fuerzas armadas el general de Aviación Walter López Reyes, escogido por el Consejo Superior de las Fuerzas Armadas como nuevo jefe militar.

El general López Reyes declaró el jueves que la práctica de asumir funciones que constitucionalmente están reservadas a quienes el pueblo elige libremente, es "una etapa superada".

"Nuestra función", añadió el nuevo jefe de las fuerzas armadas ante más de un centenar de periodistas, "no consiste en atentar contra los poderes legalmente constituidos, sino en defender nuestro propio sistema de gobierno".