Tres atentados dejaron a oscuras a más de la mitad de la población chilena

Tres atentados simultáneos con explosivos contra postes de alta tensión provocaron la noche del jueves un gigantesco apagón que afecto a más de la mitad de la población de Chile.Durante el apagón, surgieron decenas de barricadas en las poblaciones (barrios pobres) de Santiago. Fue una especie de avance de lo que puede ocurrir el próximo martes cuando comience la primera protesta nacional del año, convocada por el conjunto de la oposición.

La policía afirmó en un primer momento que el apagón fue debido a una avería en un generador eléctrico, pero la empresa nacional de electricidad acabó reconociendo que había sido consecuencia de un atentado.

Los ánimos están muy exaltados en las barriadas populares de Santiago a consecuencia de masivos allanamientos de morada realizados esta semana por la policía y denunciados por la Comisión Chilena de Derechos Humanos.

En medio de este clima de violencia contenida, los chilenos se preparan para transformar el próximo martes 27 en la mayor jornada de protesta realizada contra el régimen militar del general Augusto Pinochet.

Convocada por el conjunto de los partidos y movimientos políticos de la oposición, la protesta del martes ha recibido en los últimos días la adhesion de las más importantes sindicatos chilenos.

De acuerdo con la convocatoria única difundida a los chilenos por esas organizaciones, la protesta consistirá en acciones de boicoteo civil, trabajo lento y asambleas de protesta en cada centro de trabajo o estudio, y un concierto de cacerolas y de bocinas en todo el país entre las 20 y las 21 horas.

Pero por encima de esas instrucciones, miles de habitantes de poblaciones obreras -la mayoría de ellos cesantes- están programando manifestaciones en las calles.

Las jornadas de protesta comenzaron en mayo pasado y se repitieron una vez al mes hasta octubre, con un saldo de más de 60 muertos y centenares de heridos.

Hasta el momento el régimen no ha informado sobre qué medidas se propone adoptar para afrontar la protesta del martes, pero el presidente, general Augusto Pinochet, ha lanzado la enigmática frase de "espera y verás".