'Los girasoles', una doctora Zhivago

Un melodrama amoroso, basado primordialmente en la belleza de los paisajes rusos, constituyó el regreso al cine de Sofía Loren tras el retiro de dos años a que le obligó su maternidad. En ese breve tiempo había cambiado sustancialmente el tono del cine popular. No sólo habían proliferado ya las películas eróticas, sino que otras alternativas (Bertolucci, a la cabeza) renovaban la estructura del melodrama. A Sofía Loren, esposa del productor, no pareció, sin embargo, importarle la antigüedad narrativa que los críticos encontraron en Los girasoles (1969): "Ha dado mucho dinero en taquilla".Independientemente de tal éxito comercial, es cierto que Los girasoles llegó tarde. La tragedia de esa esposa que busca a su marido por los paisajes nevados de la Unión Soviética y que, al encontrarle, le descubre desposado con otra mujer y padre de un nuevo hijo, fue calificada por el crítico de The Times como "un fiasco en tres actos". Puede que exagerara, pero otros comentarios de Prensa no le fueron a la zaga. Se estableció, pues, con Los girasoles ese enfrentamiento, no por esporádico menos curioso, entre un numeroso grupo de espectadores y los críticos habituales.

Vittorio de Sica, el director del filme, había perdido ya su impronta creativa o, al menos, se había alejado de la que le transformó en uno de los pilares del neorrealismo, y, por tanto, de los testigos críticos de su época.

Él mismo reconocía que Los girasoles había nacido "para dar una oportunidad a una actriz: el tema fue aceptado, escrito y rodado para ella y probablemente no hayamos conseguido el culmen supremo del arte, pero a una parte de la crítica le ha gustado, aunque a otra, absolutamente nada; al público, mucho". Mastroianni cumplió su cometido con sensibilidad aunque sin lograr tampoco uno de sus trabajos inolvidables.

Los girasoles se emite hoy a las 22.30 por la primera cadena.